Conocida también por el nombre Plaza de la Harina, (Praza da Fariña) ya que hasta finales del s. XIX funcionaba como mercado.

Fue el centro de la vida social y política, albergando la Casa de la Intendencia, el Consistorio y el Almacén de Artillería.
En el centro de la plaza destaca la Fuente del Deseo, fundida en los talleres Dungem de París en el 1870. Está coronada por una escultura de mujer tallada en bronce que representa al deseo, y que porta en su mano derecha un farol. La fuente queda enmarcada por las planteras y fresnos que la rodean formando una especie de techo que cubre la plaza. Todo ello la convierte en una de las plazas más bellas de la ciudad.